Majestades, Secretario General de las Naciones Unidas, Sra. de Ban-Ki-moon, autoridades, señoras y señores,
Decía Mahatma Gandhi que si el mundo sigue vivo todavía, a pesar de tantas guerras, es porque la fuerza del amor y de la humanidad es victoriosa.
Reconozco que por un momento dudé de tal afirmación, especialmente cuando hace 10 años, aterricé por primera vez en Bombay, donde millones de personas sufren diariamente en las zonas de chabolas más grandes de Asia, privadas de sus derechos humanos más elementales.
Movido por la visión de un lugar libre de pobreza e injusticia social, creé la organización Sonrisas de Bombay, a la que se unieron otros soñadores y personas que me han hecho ver, día a día, cuanta razón tenía Gandhi cuando hablaba del triunfo de la bondad.
Durante estos más de diez años hemos podido trabajar con las comunidades, proyectos de educación, salud y desarrollo socio económico que han beneficiado a más de 8000 personas de las zonas de chabolas de Bombay, agentes para el cambio a los que hemos tenido el privilegio de proporcionar herramientas para obtener su autosuficiencia y ser, en definitiva, ciudadanos libres.
Somos un equipo humano de más de 150 personas que hemos tenido la suerte de trabajar, en varias ocasiones, con empleados y voluntarios de las distintas agencias de las Naciones Unidas, implementando programas conjuntos y comprobando de cerca su entrega, compromiso y buen hacer.
La organización que presido, como tantas otras en muchos lugares del mundo, se une al objetivo compartido con Naciones Unidas de luchar contra la pobreza, uno de los propósitos con los que se creó. Para ello, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible supone un hito fundamental “para liberar a la humanidad de la tiranía de la pobreza”. Y se trata, sin duda, de una responsabilidad común: de todos y cada uno de nosotros.
Estoy convencido de que ésta es una ocasión perfecta para recordar que, por encima de todo, somos planetarios y que hasta que no reconozcamos como compañeros y hermanos a todos los habitantes del mundo, aunque nos separen de ellos kilómetros, entornos o etnias, no podemos decir en voz alta que este planeta es nuestro hogar.
Ahora es el momento para tener presente que el mundo es un jardín. Seamos nosotros, cada día y desde nuestras posiciones, los que plantemos las flores.
Majestades, gracias, porque cumpliéndose 60 años del ingreso de España en las Naciones Unidas, representáis hoy aquí uno de los países que creyó y sigue creyendo en la labor y el sentido de esta organización. Que el compromiso, la coherencia y el respeto hacia las libertades y derechos humanos sigan rigiendo siempre esta alianza.
Señor Ban-ki-Moon, felicidades por estos 70 años de Naciones Unidas y de una tarea no siempre visible y reconocida, pero desde luego muy necesaria, útil y fructífera.
Porque a pesar de que algunos árboles puedan causar sombras y de la tierra árida que aún queda por plantar, gracias a las Naciones Unidas el mundo es hoy un jardín con más luz y más flores, en el que es mucho más agradable habitar, respirar y pasear libremente.
Muchas gracias.
Jaume Sanllorente participó el pasado 29 de octubre en el Acto Solemne para conmemorar el 70 aniversario de las Naciones Unidas y el 60 aniversario de la anexión de España a esta organización internacional, que tuvo lugar en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid.
Durante el acto, presidido por SSSMM los Reyes y el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban-ki-Moon, Sanllorente pronunció un discurso antes los 250 invitados, representantes de las más altas instituciones del Estado.
Tras el discurso del Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, se proyectó un video acerca de la implicación de España en las Naciones Unidas. Tras éste, intervino la arquitecta Olga Felip, seguida por Jaume Sanllorente.
Tras una interpretación musical, llegaron los discursos del presidente del Gobierno, de SM el Rey y del Secretario General de las Naciones Unidas.
Terminado el acto, y en el sala contigua, Jaume Sanllorente pudo mantener un encuentro con Ban-Ki-moon, acompañado en todo momento por SSMM los Reyes.